lunes, 24 de noviembre de 2008

CORAZA LAMELAR











Como comentaba el otro día, ese pedazo de artesano, que es Fernando Abad, realizó una coraza lamelar.



Os la traigo aquí.


En la batalla y en las jornadas de Luna (que merecerán entrada a parte), se comportó fantasticamente (me refiero a la lamerla, no a Fernando, que estaba de viaje). Ahora bien, entre la cota de malla, el gambesón, yelmo, almófar, y la lamelar, debía de llevar encima más de 35 kilos, así que los hombros y los tobillos sufrieron el exceso de peso.


Bonita es un rato y tanto con la cota debajo, como sin ella, es una pieza estupenda y que protege sobremanera.

6 comentarios:

Ámbar dijo...

Hola!!
Yo tambien estube en las actividades que hicisteis en Luna, y vi esa coraza lamelar que es muy bonita...
Me lo pase muy bien en Luna. Lo representaisteis todo muy bien.
Enhorabuena!!
Besicos a puñadicos!!
Pronto publicare alguna entrada, con fotos sobre ese estupendo domingo!!
Ámbar

JESUS FIDELIS dijo...

Gracias por tu amable comentario.
Estuvimos de maravilla en Luna y sentimos el calorcito que nos dísteis, a pesar del fresquito que hacía.
Las migas deliciosas, los anfitriones un diez.
Espero con sumo interés tus entradas sobre Luna.
Conincido contigo también que fue un domingo extraordinario.

Axil dijo...

Con esa lamelar puesta se os percibe ágil y ligero cual hipopótamo, maese Jesús. Y al borde del desmayo.

¡Qué mala es la envidia, y qué poco ha tardado Fernando en completar la lamelar de chapa, que en Santes Creus me dijo que iba a empezar con ella!

JESUS FIDELIS dijo...

Está claro que con esta equipación, sólo queda avanzar, eso de salir corriendo queda para otros.

Herodoto dijo...

Vamos a ver, mi hermano de armas... ¿Esa coraza seguro que es europea y del XIII? Te lo digo porque, desde luego, es preciosa, pero la impresión es que estás a punto de gritar: ¡¡¡BOLLIKAOOOOO DOKYO!!! ¡¡¡¡¡MOLA SAKOOOO!!!!

JESUS FIDELIS dijo...

Jejeje, eso es una maldad muy graciosa.
Citando el refranero popular:
"A reclamar al maestro armero"... en este caso Fernando Abad.