Pareciese que
la Corona de Aragón disfruta de una estable paz. Varios hechos animan a pensar
eso: La recién estrenada paternidad del rey, lo que asegura la continuidad de
su linaje, y una generosa acuñación de moneda, que han dejado las arcas del
reino, con un lustre, que hacía tiempo no se veía.
Mas nada más
lejos del deseo de nuestro joven señor, de nuevo los nobles, revoltosos y
levantiscos, prueban los ánimos de este joven monarca. El Conde de Bearne,
Guillén de Moncada, reúne a sus aliados
para invadir el Rosellón. Jaime I, informado por don Nuño, requiere en cortes,
que deje la guerra y pida justicia. Pero el de Bearne, espoleado por sus
primeras victorias, persiste en su acción, aquello incendia el principado, y
las lealtades de unos y otros señores, apoyan una causa u otra. Al rey no le
queda más remedio que reunir sus huestes y poner freno a los rebeldes. Para
ello sitiará en los próximos meses los castillos de Cervellón y Moncada. El de
Bearne contará con don Pedro Cornel, don Rodrigo de Lizana, don Vallés de
Antillón, Bernaldo de santa Eugenia hermano de don Ponce Guillén y hasta ciento
y treinta caballeros. Y en el bando del rey: el conde don Sancho, don Nuño su
hijo, el infante don Hernando, don Pedro Ahones, don Atho de Foces, don Artal
de Luna y otros caballeros de la casa del rey, que todos podían ser hasta
cuatrocientos.
De nuevo la
Corona incendiada por las banderías y soberbia de los nobles díscolos.
En esta
ocasión, la extremadura aragonesa queda lejos de los asedios. Además ya ha dado su medida de hijos y frutos, para la conquista el pasado
verano del castillo de Castellón. A duras penas los villanos y los habitantes
del castillo de Peracense recuperan el ritmo de sus sencillas existencias,
mientras no dejan de mirar de soslayo sus cercanas lindes, pues saben que el de
Lizana, de nuevo a vueltas contra el rey, mantiene comunes lealtades, con el
cercano señor de Albarracín. Fernández de Azagra, desde su inexpugnable
castillo, interpreta que todo pasa por algo y que quizás, con las tropas reales
a muchas leguas de allí, llegada es la hora, de ampliar su señorío.
De nuevo, os presentamos la XVII edición del
encuentro de Perancese siglo XIII. Tendrá lugar los días 4, 5 y 6 de agosto de este año 2023, donde como ya es
constumbre, recrearemos lo que aconteció por estas tierras en ese salto
temporal de 800 años, en 1.223.
Estáis invitados a participar con
nosotros, donde ya sabéis que buscamos una inmersión en el siglo XIII, mientras
dura nuestra estancia en el castillo rojo.
Será un placer contar con vuestra
presencia, para inscripciones y demás comunicación, poneros por favor en
contacto con nosotros en el mail: rafajamcam@gmail.com
Ya vamos apurados en el tiempo,
os pediríamos la mayor rapidez en comunicarnos vuestra asistencia.
Volvemos, un año más al castillo
roquero.